HACENDERA

    Hace ya muchos años que no se convoca una hacendera como es debido. Es decir, con edicto firmado y expuesto al público en el  tablón de anuncios; con repique y volteo de campanas para convocar al vecindario en la bolera antes que el sol llegue a despuntar tras la peña la Llueza; con distribución de tareas por parte del Sr. Alcalde pedáneo en persona, franqueado a su derecha por el teniente alcalde pedáneo ;  y a su izquierda por el secretario que se muere de ganas por empezar a cortar zarzas y predicar con el ejemplo.

    Hace muchos años que esto no sucede. Ahora se han vuelto a convocar a hacendera pero las cosas ya no son lo mismo. No suenan las campanas, el secretario no aparece por ningún lado y no hay  autoridad que ordene la tarea de cada uno de los voluntariosos voluntarios. Y para colmo no aparece el vino o... al menos la gaseosa.

    Para hacendera la que se hizo el 14 de julio de 1983. La intención era limpiar las orillas de la carretera hasta la cantera de Las Salas y... casi lo conseguimos. La cosa empezó bastante bien hasta que ya en lo bajero de la Varga al jefe de la cuadrilla, que era a la sazón era Evaristo, se le escaparon las tijeras. se hizo un corte en la mano y tuvo que volver a casa a hacerse una cura. En ese momento quedaron abandonadas las herramientas debajo de unas escobas y apareció el vino. Como no era mucho para toda la sed que llevábamos bajamos al bar Las Pintas de las Salas donde había demasiado, incluso para nuestra sed.

     Ese fue el último año que se limpió el camino de hacendera.

    Hoy estuvimos de hacendera, limpiamos el río, no apareció ni el vino, ni las sardinas ni siquiera la gaseosa. Trabajamos y cada uno a su casa.

    Las cosas ya no son como antes.