Ruta II:
Subida a la Paloma
Salimos del pueblo por el camino de los
Barriales pasando junto al picadero de la "Hospedería
de Salamón"
donde podremos admirar los hermosos ejemplares equinos que allí se encuentran. A los pocos
metros encontramos una pista a nuestra derecha que nos encaminaría hacia la peña
Las Horticas. Es la pista por la que descenderemos de nuestra excursión.
Sin desviarnos del camino de los Barriales
continuamos caminando en dirección a la
Horcadiella. Justo en el
alto y a mano derecha
podremos ver una pequeña "covacha" semioculto por un espino majuetero. Si
tenemos la paciencia de asomarnos podremos ver ver un curioso hogar para
encender fuego y asar el chorizo de la merienda de los que eran niños hace
¿30ytantos años?
Pasado este refugio infantil damos vista a la
Horcadiella y a los Vallejos por los que vamos a
subir hasta la
Paloma. Dejamos
a nuestra espalda nuestro pueblín que en este día de otoño se encuentra
totalmente silencioso. Ni un ruido, ni un movimiento. Pero bajo esa calma
aparente.......
Continuamos el camino que
llevamos y llegaremos hasta la pradera de Quico de la Horcadiella. Allí una
fuente
extiende sus aguas por la pradera formando un pequeño llamargo lleno de juncos
que cruzaremos para llegar a lo bajero de los Vallejos tras pasar un cierre de
alambre. Desde allí podemos contemplar una panorámica de nuestro valle teniendo
frente a nosotros, al otro lado del río, los Hoyos y más a la derecha se divisa
al fondo la Collada de Viego donde otro día con más tiempo iremos de
excursión..
Comienza
la ascensión de los Vallejos. Aqui ya no existe camino ninguno pero seguiremos
las veredas que ha ido dejando el ganado y despacio, disfrutando de
la
naturaleza,
admirando el paisaje podremos contemplar Valdedomingo, Oceja y Valquemadín,
mientras a nuestra espalda queda Montemoro, la collada la Trébede y Peña Flecha.
Procuraremos
hacer
el menor ruido posible y así podremos sorprender a alguno de los habitantes de
nuestros montes. Mirarán durante un rato con desconfianza al desconocido y se
alejarán tranquilamente de nosotros hacia lugares donde no les molesten los
intrusos.
Y así, con un pie primero y
otro después habremos llegado hasta el Peñón de la Paloma que está en el
Alto
los Valles. Desde
allí podremos contemplar el pueblo de Ciguera escondido en su precioso
rincón. (Se dice por aquí que es casi tan bonito como Salamón.)
Desde aquí la vista es
sublime hacia los cuatro puntos cardinales: Las
Pintas, Las Rebequeras, el Collao el Puerto, la Peña el Castro, el monte las
Borias, Los Jorniellos, el Fontrón y las tierras de la Paloma a nuestros pies.
Todo ello mirando en dirección noreste .
En dirección este-sureste nos
encontramos el monte Las Pintas, Peña
Llueza,
el Monte la Boría y detrás el
Jaido. En el fondo del valle vemos el pueblo de Salamón que sigue tan
dormido como cuando lo hemos dejado hace poco más de 40 minutos.
Iniciamos el descenso
pasando por las tierras de la Paloma y el pilón bajero. Frente a nosotros sobre
un
saliente
rocoso se encuentran los restos del muro de una caseta de pastores que no
podemos pasar de largo. Vemos los
muros
y los restos del redil donde dormían las ovejas. Pero lo que más nos llama la
atención
es la vista sobre el valle. Son los restos de un pasado y una cultura, la
pastoril, que ya es historia. Algunos la recordarán con nostalgia pero otros
lamentan haberla vivido por lo dura que resultaba.
Desde la hondonada que se
encuentra a la derecha de la caseta salen unas veredas que marcan el antiguo
camino
carretero que llevaba desde el pueblo de Salamón hasta las tierras que se
cultivaban
en la Paloma. Tomamos ese camino y bajamos por el robledal de la Mata, pasando
bajo la Peña los Carlistas, la Peña las Horticas y por la Juncal
llegaremos al punto de partida. Hemos disfrutado de un paseo que no dura más de
dos horas sin alejarnos más de
dos
kilómetros del pueblo salvando un desnivel de unos 400metros.