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Corresponde esta fecha al reinado de
Fernando VI, en pleno despotismo ilustrado en el que España se
beneficiaba económica y culturalmente de la política practicada por dos grandes
ministros: El Marqués de Ensenada y José de Carvajal. El primero de ellos con el
fin de cobrar la contribución real, mandó hacer un catastro, en cuyos millares
de volúmenes está recogida toda la realidad de la época, desde los ingresos de
cada grande de Castilla hasta lo que producía la industria de un zapatero de
aldea o la pizca de tierra y el hato de cabras del más miserable campesino.
Se
llevó a cabo este catastro en las 22 provincia de la Corona de
Castilla, y como tal en la de León. Por aquel entonces el 80% de los
núcleos de población eran rurales, y entre ellos se encontraba
Salamón, al que corresponde el tomo nº 601 de la provincia de León.
Consta este libro de dos partes
fundamentales: una en la cual se describe el pueblo por medio de 40 preguntas
idénticas para cada uno de los pueblos de España y que los representantes de
Salamón debían contestar. Y otra en la que se describen las posesiones que cada
vecino o forastero tenía en los términos del pueblo. Lo más probable es que los
vecinos hayan mentido todo lo posible a la hora de confeccionarlo, para
escabullirse al máximo del pago de esta contribución. Sin embargo puede ser un
documento interesante para conocer de una forma aproximada como era el pueblo en
aquellos años.
Comienza el libro de la
siguiente forma: " Autos practicados en la villa de Salamón, para las
diligencias de única contribución, por el señor don Francisco Mogrovejo, juez
subdelegado de Su Majestad. Escribano don Francisco de la Puente".
Suponiendo que el mencionado
Francisco de Mogrovejo hubiese tenido que hacer un resumen de las 140 páginas de
que consta el libro el resultado habría sido parecido al que yo he
realizado y que es el siguiente:
El nombre de la población es
Salamón. Es villa de realengo que paga a Su Majestad, anualmente, los "años de
sisas y cientos", no estando obligada a pagar servicio ordinario ni
extraordinario, por ser todos sus habitantes nobles o hijosdalgos, y que dichas
sisas y cientos ascienden en cada año a 353 reales de vellón.
En el año de Alcabalas le
pagan al Marqués de Prado la cantidad de 153 reales de vellón, no sabiendo ni
habiendo oído por qué se les cobra este tributo.
Ocupa esta villa hacia el
poniente 4,5 leguas, de norte a sur 1/2 legua y en circunferencia 2 leguas.
Linda de oeste con el término de Las Salas, de poniente con el común de esta
villa y lugar de Valbuena, del sur con el término de Roblo, mutuo con Las Salas
y Valbuena y del norte con el término de Ciguera.
Ocupan sus tierras propias y
privativas 2.622 eminas, además de compartir, a partes iguales, el puerto de
Oceja con el vecino lugar de Valbuena, y el puerto de Roblo con los lugares de
Las Salas y Valbuena, asimismo a partes iguales.
Tiene el pueblo 13 vecinos,
2 viudas, un cura párroco y una habitante, María Valbuena. Los 13 vecinos son
todos del estado noble y labradores, excepto dos que son pastores de ganado
fino. Una de las viudas es noble por su difunto marido y labradora; la otra es
noble de por sí y jornalera.
Hay en el pueblo 3 mozos
mayores de 18 años cuyo trabajo consiste en ayudar a sus padres, otros 3 que son
pastores de ganado fino y uno que lo es de ganado basto. Estos pastores ejercen
su oficio en Extremadura y en Corniero dos de ellos, y los otros en el término
del pueblo al servicio de don Bernardo de Rojas y Contreras, vecino de Toledo,
el cual posee en arrendamiento el puerto de Las Pintas, y de don Pedro de
Iturrería, vecino de Madrid, y que lleva en arriendo los puertos de La Boría,
Oceja y Roblo.
No hay en esta villa pobre
alguno de solemnidad.
Los cultivos llevado a a
cabo por los labradores son los siguientes: centeno , trigo, lentejas, arbejos,
cebada, hortalizas, lino, hierba y alguna verdura.
Consta el pueblo de 16 casas
habitables incluida la rectoría y cárcel de la Merindad, 4 arruinadas y otros
tantos establos que sólo sirven para recoger el ganado.
La estructura de las casas
es la siguiente: en la planta baja el portal, bodega y caballeriza y el la parte
alta la cocina y el pajar, llamando cocina a una dependencia única donde se
desarrolla la totalidad de la vida familiar.
Existen en el pueblo 10
hórreos o paneras repartidos por todo él y 3 molinos harineros de 1 rueda cada
uno, que muelen con aguas del río Dueñas todo el año. El producto de cada uno de
ellos se regula en 40 reales anuales, excepto el de Gerónimo Valbuena, que al
presente no rueda por estar desbaratado.
No existe en el pueblo
mesón, panadería o tienda alguna. No hay monasterios ni conventos. Tampoco
existe casa determinada para el esquileo, teniendo cada vecino que esquilar su
propio ganado.
Las especies de ganado que
se crían en la villa son: vacuno, lanar, churro, cabrío y algunos cerdos para
matar, siendo su número el siguiente:
En el apartado económico los
ingresos del pueblo le vienen del arriendo de sus 4 puertos: Las Pintas y la
Boría que sirven de pasto y para corta de madera, y los de Roblo y Oceja que
únicamente sirven para pastos.
En lo referente a gastos el
pueblo debe satisfacer anualmente las siguientes cargas:
-
El diezmo pagado al cura párroco, siendo éste
el 10% del total del dinero cobrado por el arriendo de los 4 puertos.
-
Debe asignarse una cantidad anual para
reparar y hacer nuevos en caso necesario los 3 puentes de madera que tiene
sobre el río Dueñas, por servir éstos de pasos públicos, tanto de caminos
reales, como para ir todos los habitantes de la villa a oír misa a su iglesia
parroquial de Santa Cecilia, la cual se encuentra a la otra parte del río y es
a la vez parroquia de Valbuena.
-
Debe pagar además el pueblo 24 reales al
Concejo de Aleón, 20 reales para misas votivas, 30 reales que se gastan en los
días de Letanías, 60 reales que paga de potar y aferir los pesos y medidas,
180 reales que paga a la persona que obliga a dar abasto público de vino, 200
reales del salario del barbero, 40 reales del salario del capador por la
obligación de venir a capar los novillos y demás ganado de esta villa, 500
reales para las diligencias y gastos de la Merindad, 200 reales para la
persona que cuida y mantiene el toro que irve para beneficiar a las vacas de
esta villa y 480 reales que paga por la sal que es traída del lugar de
Pedrosa.
Aparte de estas cargas los
vecinos deben pagar a don Manuel Díaz Flórez, párroco de la ermita de Nuestra
Señora de Cueva Malata, situada en el casco de la villa, y el cual convive con
una criada, un sobrino menor y una prima que le asiste, aparte de los 339 reales
correspondiente al diezmo del arriendo de los puertos, 350 reales de diezmo de
lana, 5 cargas de centeno, 5 corderos, 2 cabritos, 26 libras de lana, 50 reales
de diezmo de leche y manteca, una fanega de trigo y 12 reales de diezmo de berza
y lino. En total, valorando conjuntamente estos bienes se obtiene la suma de
1.135 reales anuales.
De entre los hacendados en
Salamón y que no son del pueblo destacan:
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don Francisco Alonso, Presbítero,
vecino de Reyero y Capellán de la Intitulada Capellanía de Caneja, sita en la
villa de Salamón;
-
don Isidoro Buizán y don Tomás Burón,
párrocos de otros lugares;
-
la propia Capellanía de la Caneja,
-
la Ermita de Roblo,
-
la de Cueva Malata y
-
l Convento de Benevíbere.
-
Además: 6 vecinos de Ciguera, 4 de Las Salas,
3 de Huelde, 1 de Lois y 1 de Argovejo.
Finaliza el libro de la
siguiente forma: " Este libro es copia de las relaciones de la operación
de esta villa de Salamón, y el que leí e hice notorio en público concejo,
hallándose presentes la mayor parte de sus vecinos commo respuesta a la
diligencia puesta en autos, y dicho libro se compone de 140 hojas útiles,
rubricadas de la que acostumbro, y par qu conste de mandato del Sr Subdelegado,
lo firmo con su mano en diha villa de Salamón a catorce días del mes de marzo
del año mil setecientos cincuenta y dos".
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