Romance de Doña Urraca

- Morir vos queredes, padre,
San Miguel vos haya el alma;
mandaste las vuestras tierras
a quien a vos antojara:
a Don Sancho a Castilla,
Castilla la bien nombrada,
a don Alonso a León
y a don García a Vizcaya.

A mí, porque soy mujer,
dejaisme desheredada;
irme he yo por esas tierras
como una mujer errada,
y este mi cuerpo daría
a quien se me antojara:
a los moros por dineros
y a los cristianos por gracia;
de lo que ganar pudiere
haré bien por la vuestra alma.

_ Callades, hija callades,
no digades tal palabra,
que mujer que tal decía
merecía ser quemada.
allá en Castilla la Vieja
un rincón se me olvidaba,
Zamora había por nombre,
Zamora la bien cercada,
de una parte cerca el Duero
de otra Peña Tajada,
de otra la morería.

Una cosa muy preciada:
quien vos la tomare, hija, la mi maldición le caiga.
Todos dicen amen, amen,
sino don Sancho, que calla