TESTIGOS DE UN SIGLO |
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Muy pocas veces se tiene la oportunidad de
sentarse al lado de dos personas casi centenarias para escucharles
relatar anécdotas y experiencias de su caminar a lo largo de todo un
siglo. Relatos de momentos añorados por ellos unas veces, difíciles
de olvidar otras. En el mes de diciembre pasado visitamos en su casa
a las dos personas más veteranas de Salamón. Ahora, una de ellas ya
no está con nosotros, falleció tan sólo unas semanas después, el día
27 de enero. Ya no podrá leer estas líneas, pero su testimonio queda
reflejado en ellas. Sirva este artículo de cariñoso homenaje para
los dos: Carmen, con sus estupendos y maravillosamente bien llevados
cien años y su hermano Manolo, a quien muchos conocimos durante poco
tiempo, pero cuya compañía y amena conversación siempre nos resultó
muy agradable. Para Carmen |
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Siempre ten presente que la piel se arruga, Que el pelo se vuelve blanco, Los días se convierten en años. Pero lo importante no cambia; Tu fuerza y tu comunicación no tienen edad. Tu espíritu es el plumero de cualquier tela de araña. Detrás de cada linea de llegada, hay una de partida Detrás de cada logro, hay otro desafío Mientras estés viva, siéntete viva Si extrañas lo que hacías, vuelve a hacerlo No vivas de fotos amarillas Sigue aunque alguna vez desees abandonar No dejes que se oxide el hierro que hay en ti Haz que todos te tengan respeto Cuando por los años no puedas correr: trota Cuando no puedas trotar: camina Cuando no puedas caminar: usa el bastón ¡¡¡Pero nunca te detengas!!! Teresa de Calcuta. |
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Carmen es una persona sencilla, amable, familiar... que a sus 100 años se mantiene joven, alegre, llena de vida. Tiene una voz suave, tranquilizadora y una presencia que nadie diría que ha contemplado los acontecimientos de todo un siglo. Nace en la bonita localidad cántabra de Potes, un 23 de Enero de 1905. Hija de Antonia y Julián, se vinieron a vivir a Salamón cuando Carmen contaba 4 años de edad. Según nos recuerda, la trajeron a lomos de un caballo hasta Huelde. Cuando unos años más tarde regresó a Potes, dice que fue directamente a la casa donde había nacido, aunque por la edad con la que salió de allí resultara difícil que se acordara. Carmen recuerda a sus hermanos, Paco y Atenodoro, ya fallecidos, y a Pura y Manolo que se encuentran con ella para hablarnos de viejos tiempos y hacer que este recordatorio de toda una vida sea más rico en detalles, en fechas, en historias. Contemporáneos de Carmen en Salamón eran: Sabina, Vicenta (hermana de María), Luisa(1905-1998), Rafael(1905-2003), (I) Sidoro (1.906-1.967), Teresa, hermana de (I)Sidoro y Elcónida(1.903 –1.986). Un poco más jóvenes y a los que recuerda de las largas noches de invierno en las hilas estaban: Veneranda, Filiberto, Evaristo... Con 24 años, en 1929, se casó con Albertino, secretario de ayuntamiento. Esto le llevó a diversos destinos, tales como Extremadura en el año 1932, a donde se llevaron a su hermana Pura con ellos. Más tarde estuvieron en Galicia, Valderrey (León), Becerril de Campos (Palencia) y Oza de los Ríos (La Coruña), donde se jubiló Albertino en el año 1968. Regresaron entonces a León capital para quedarse definitivamente. Lleva 36 años viviendo en la misma casa. Aquí guarda sus recuerdos más queridos, los recuerdos de una larga vida: numerosas fotos antiguas, fotos de su marido, de sus hijos, de sus 8 nietos y sus 3 biznietos.
Aunque Leti nos dice que no anda muy bien de memoria, según vamos hablando, poco a poco va recordando y nos cuenta cuando iba a lavar al río Grande, cómo utilizaba la ceniza como medio para desinfectar y blanquear la ropa, las hilas en casa de Veneranda, la terrible gripe del 18, en la que murieron varias personas de Salamón, las fiestas o las bromas que se hacían unos vecinos a otros y que nunca parecían mal a nadie. Nos cuentan cómo se quemó el pueblo en dos ocasiones ya que la mayoría de las casas estaban construidas de paja.Recuerdan un telar que había en casa de Valentín y Mª Antonia,padres de Filiberto donde tejían los sayales y el pisón del molino de Miguel,que mediante la fuerza de dos mazas apelmazaba la tela para hacer los pantalones. No le gusta la TV, ve solamente documentales y concursos educativos. Le comentamos que próximamente va a salir Salamón en el documental Jara y Seda y dice que le gustará verlo. Escucha en Radio María el rosario y la misa todos los días. Pero sobretodo lo que gusta es leer. Incluso al acostarse, sobre las 12 de la noche lee un buen rato antes de dormir. Entre sus manos tiene la novela “El monje loco”. Un ejemplo, el de leer, que deberíamos seguir de ella. Junto a Carmen, en amena conversación está su hermano Manolo de 98 años. Se ríe cuando le comento que dentro de dos años volveremos para que nos cuente que se siente al cumplir los 100 años. Carmen se emociona, cuando le hacemos la misma pregunta y sólo acierta a dar gracias a Dios por haber llegado hasta aquí con buena salud, sólo un pequeño dolor en un brazo que le impide de momento hacer ganchillo, otro de sus entretenimientos, mientras ve pasar los días tranquilamente. Le pedimos nuevamente disculpas por no acordarnos de pedirle sus trabajos para la exposición de manualidades que se hizo en el verano en Salamón y le deseamos que se le pase el dolor y pueda seguir haciendo ganchillo. Nos cuenta Manolo que se acuerda del cura de la época (principios del s/XX ), D. Marcos, al que él llamaba Marcos, con la consabida reprimenda de su mamá por tal atrevimiento, y del secretario del ayuntamiento de Salamón D. Apolinar. Se fue a Cuba el 17 de febrero de 1924 en barco desde La Coruña y llegó a La Habana el 5 de marzo. 78 años estuvo en Cuba y muchos sin venir a España. Trabajó de carnicero, hasta que aprendió el oficio y poco después montó su propio negocio. Allí se encontró con gente del pueblo, como el tío Antonio y gente de la montaña, de Maraña, Corniero o Pallide. Llegó a tener una sociedad de más de 140 socios,”operaban”según dice él, 2 millones de dólares cada tres meses, hasta que el gobierno de Fidel Castro le intervino el matadero primero, la carnicería más tarde y después se encontraron trabajando para el régimen. En el 2002, volvió a España para quedarse definitivamente. Desde entonces acompañaba a su hermana Pura todos los veranos en Salamón,el pueblo que encontró tan cambiado la primera vez que viajó desde Cuba, después de muchos años sin poder venir. De encontrar en los portalones el tractor en vez de los carros, las casas de piedra o ladrillo en vez de las paja ,las calles y la carretera asfaltada... Pura nos enseña y comenta las fotos antiguas que Leti guarda con mimo, como un verdadero tesoro. Así vemos a Brígida, Balbina, Veneranda, Luisa... a Macrina, Vidal, Baudilia, Mila, Ción.... ¡¡Menos mal que Pura nos va diciendo quién es quien...!! Y Carmen, sentada en su sofá, se emociona y piensa... ¡Qué cantidad de cosas que recordar! Y sigue contando. Para no cansarla más, decidimos dar por terminada la charla. Solo nos queda dar las gracias a Leti, a Pura, a Manolo y, cómo no, a Carmen por la tarde tan agradable que nos hicieron pasar, y esperamos tener ocasión de poder seguir hablando con ellos. La felicidad no es un estado que se alcanza, es un camino que se recorre y Carmen a sus 100 años, lo sigue recorriendo. Que sigas así, Carmen y muchas felicidades. Tere y Mª Luisa (diciembre de 2004) La Voz de Salamón Nº 12. Año2005. |